miércoles, 24 de noviembre de 2010

Ètica Profesional

A qué llamamos “Ética Profesional?

A nuestro alrededor, la palabra ética resuena como una voz distante y ajena a nuestro ser. Actuamos sin pensar en el bienestar del prójimo y lo miramos ajeno a nuestras vidas; encerrados en nuestros propios problemas, sólo nos ocupamos de
lo que nos beneficia en el corto plazo o nos causa satisfacción.

Si el mundo mira con esos ojos de indiferencia todo lo que le rodea, incluyendo su misma naturaleza humana, la ética se convierte en una realidad, que podría decirse, que ya no pertenece al ser del hombre y se convierte en anticuado quien la adopta como un valor fundamental en su vida y con el paso del tiempo lo que antes distinguíamos como bien o mal nos parece ahora la misma cosa.

Lo trascendente ya no es una palabra común en el vocabulario de muchos; esta palabra está quedando en desuso, se está convirtiendo en obsoleta. En otras palabras, partiendo del sentido estrictamente discursivo, ha “pasado de moda”. Por tanto hablar de la ética, es ahora hablar sobre un asunto “pasado de moda”, que se está quedando en el olvido.

Pero a caso, conocemos en verdad qué es la ética, o sólo la catalogamos en un sentido peyorativo; por creer que coarta nuestra libertad. Si bien es conocido el concepto de Ética que parte de la raíz griega “ethos” (carácter, temperamento, hábito, modo de ser) que hace hincapié en un modo de conducta que es adquirido por medio del hábito y no por disposición natural. Por su definición etimológica, la ética es una teoría de hábitos y costumbres. Comprende, ante todo, “las disposiciones del hombre en la vida, su carácter, sus costumbres y, naturalmente, también la moral.” (Aranguren).

Así, si un hombre que a lo largo de su caminar en la vida, la ve ajena de su ser, simplemente porque la palabra no es parte de su habla coloquial, ¿como podrá distinguir el concepto de “Ética Profesional”?, que tarde o temprano lo alcanzará, ya que por convicción o cualquier otro motivo, se dedicará a un oficio, trabajo o quehacer profesional, y cuando lo ejerza, este concepto de aplicación de la ética profesional no tendrá ningún eco en su interior porque siempre estuvo distante del mismo concepto.

La Ética Profesional entendiendo lo anterior, no es más que la proyección del quehacer del mismo ser, es decir, se trata de la fuerza moral en la que profesamos nuestras convicciones. La razón ética del trabajo tiene su fundamento en la fusión de la dignidad con el propio ser, como lo que esencialmente es en la labor que se desempeña. Por tanto, la eficiencia debe dejar de usar al hombre como medio para conseguir un fin, para que ante la exigencia ética se transforme la eficiencia. El trabajo es trascendente, y abarca la dimensión ética, porque puede hacerse bien o mal; el sentido ético de la vida es posible porque puede vivirse bien o mal. Y, desde la perspectiva de Aristóteles, en su Ética Nicomáquea”, se ha visto la compaginación estrecha entre vivir bien, obrar bien y ser feliz.

Si comprendemos esta gran pauta aristotélica, la Ética Profesional no depende directamente de ciertas normas o códigos de “ética” de distintos ámbitos profesionales. La Ética no tiene como finalidad, la de ponernos en el dilema de cumplir o no determinadas reglas morales. La Ética, en el sentido profesional, tiene que ver íntimamente con nosotros, está implicada en el modo de llevar a cabo nuestro quehacer, e implica entrega vocacional, responsabilidad, honestidad intelectual y práctica constante de lo que sabemos y lo que hacemos.

Este compromiso es tan profundo que en él, retomando de nuevo las ideas de Aristóteles respecto a las virtudes, afirma que “poco o nada tiene que ver el saber, pues para la ética valen más los actos de justicia, templanza, la responsabilidad, y especialmente la autenticidad.

La ética profesional es fundamentalmente un compromiso con lo que uno hace, con lo que cada ser humano es a lo largo de la vida, es una manifestación del servicio que tiene una dimensión en el ámbito social. La ética profesional podría sintetizarse en el fundamento ético de lo que hago y soy, es decir una forma determinada de vida.


ATRÉVETE A
SER DE VERDAD

No hay comentarios:

Publicar un comentario